El objetivo del abonado es incrementar la fertilidad natural del suelo y, por tanto, obtener un aumento del rendimiento de las cosechas. Para ello, la aportación de fertilizantes debe suplir los nutrientes que faltan en el suelo y restituir los elementos minerales extraídos por el cultivo.
Hay que considerar, que cuando un nutriente se encuentra en la planta en estado deficitario, al aumentar su aportación, se consiguen aumentos en la producción que compensan el coste del abono suplementario. Sin embargo a partir de determinados niveles de este elemento, el incremento de cosecha como consecuencia del mayor aporte del mismo es decreciente, alcanzándose un nivel crítico, en el que el mayor gasto de fertilizante deja de compensar la mejora en el rendimiento de la cosecha. Por tanto, si bien una deficiente nutrición de las plantas produce una reducción de la cosecha, y en muchos casos del tamaño del fruto, el exceso de abonado ocasiona una serie de consecuencias adversas entre las que destacan pérdida de calidad de los frutos, consumo de lujo de fertilizantes con la consiguiente disminución de la rentabilidad de la plantación, desequilibrios nutricionales por antagonismo con otros elementos, alteraciones difícilmente reversibles de las características físicas y químicas del suelo y contaminación del medio ambiente.
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Carencias y Excesos:
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Carencia de Nitrógeno (N)
Las plantas mostraran un crecimiento lento y serán débiles. La calidad y la producción se verán reducidas. Las hojas más viejas llegan a ser amarillas por la carencia de la clorofila. Las hojas jovenes que aun estan en desarrollo pueden salir amarillas.Las plantas deficientes tendrán un verde claro uniforme que puede amarillear en las hojas más viejas, estas hojas pueden morir y caer.
No confundir con la fase avanzada de floracion, donde es completamente normal que las hojas mas viejas amarileen y caigan.
Las plantas necesitan porciones de N durante su fase de vegetación, pero es fácil suministrar demasiado. ¿Agregaste demasiado? Haz un lavado de raices.
El nitrógeno soluble (especialmente el nitrato) estará rápidamente disponible para las raíces, mientras que el insoluble de N (como la urea) necesita ser analizado por los microbios en el suelo antes de que las raíces puedan absorberlo.
Evita el nitrógeno excesivo de amonio, que puede interferir con otros alimentos.
Nitrato – amonio, se encuentra en formas inorgánicas y orgánicas en la planta, y combina con el carbón, hidrógeno, oxígeno y sulfuro para formar a veces los aminoácidos, las enzimas amino, los ácidos nucleicos, clorofila, los alcaloides.
Carencia de Fósforo (P)
Las deficiencias del fósforo muestran en las plantas un crecimiento lento, débil y una falta de pigmentación verde oscuro o púrpura en hojas.
Una cierta deficiencia durante el florecimiento es normal, pero demasiado no debe ser permitida.
El fósforo es un componente de ciertas enzimas y proteínas, el trifosfato de adenosina (ATP), los ácidos ribonucleicos (RNA), los ácidos deoxyribonucleicos (DNA). El ATP está implicado en varias reacciones de la transferencia de energía, el RNA y DNA son componentes de la información genética.El exceso del fósforo puede interferir con la disponibilidad y estabilidad del cobre y del cinc.
La imagen muestra una deficiencia severa del fósforo durante la floración. Las hojas son verde oscuro o rojas/púrpura, y pueden volverse amarillas. Las hojas pueden encresparse hacia abajo, adquirir un tono marrón y morir. Los brotes formados muy pequeños son otro síntoma principal.
Carencia de Potasio (K)
El potasio está implicado en mantener el estado del agua de la planta.
El potasio se requiere en la acumulación y el desplazamiento de carbohidratos.
La carencia del potasio reducirá mucho la producción y la calidad.
Las hojas más viejas son inicialmente verdes pero pronto desarrollan las lesiones necróticas oscuras (tejido fino muerto). Primero en las extremidades y en los bordes de las hojas.
El vástago y las ramas pueden llegar a ser débiles y romperse fácilmente.
La planta será propensa a las enfermedades y a la toxicidad.
Además de aparecer deficiencia del hierro, las extremidades de las hojas se encrespan y los bordes se queman y mueren.
Carencia de Magnesio (Mg)
El magnesio es un componente de la molécula de la clorofila y sirve como cofactor en la mayoría de las enzimas.
La deficiencia del magnesio se notara cuando las hojas empiezan a amarillear (que pueda se también un marrón) y por la clorosis que comenzara en las hojas.
Las hojas más viejas serán las primeras en desarrollar clorosis.
Empezando por las puntas de la hoja y progresando hacia adentro entre las venas.
Las venas sin embargo siguen siendo algo verdes, esto es muy importante para no confundir esta deficiencia con otras.
El magnesio puede ser bloqueado por demasiado nitrógeno del CA, del Cl o del amonio. No exagerar el magnesio o bloquearas otros nutrientes.
Carencia de Hierro (Fe)
El hierro tiene también función como componente estructural y como cofactor enzimático. Es esencial para la síntesis de la clorofila. Aproximadamente el 75% del hierro presente en las plantas está asociado a los cloroplastos, de ahí el importante papel que desempeña en la fotosíntesis.
Es el micronutriente que en mayor cantidad consumen las plantas. Está estructuralmente involucrado en las sulfa-ferro-proteínas que constituyen los dos componentes del complejo enzimático responsable de la fijación biológica del nitrógeno atmosférico, en los lípidos lamelares del núcleo, mitocondrias, citocromos, ferredoxina, etc. Debido a su inmovilidad, el síntoma más característico es una clorosis general de las hojas jóvenes, que puede aparecer como intervenal, pero que al cabo del tiempo también los nervios acaban perdiendo la clorofila.
Las deficiencias de hierro están extendidas a casi todos los suelos, debido a que solo es soluble a un pH muy ácido. Únicamente en suelos muy ácidos se encuentra este elemento disponible fácilmente para las plantas. En los suelos con mucho fósforo, zinc, manganeso, cobre o molibdeno en exceso pueden aparecer deficiencias férricas, y también en carencias de potasio.
La aplicación excesiva de hierro puede llevar a un exceso del mismo en las hojas que se traduce en un defecto de manganeso, el cual se manifiesta por clorosis tenue y generalizada que en el cannabis suele aparecer siempre por excesos de otros nutrientes como los citados anteriormente, sobre todo el fósforo.
Carencia de Cinc (Zn)
El zinc (cinc), está relacionado directamente con el crecimiento vegetal debido a su participación en la biosíntesis de deshidrogenasas, proteínas y peptidasas, así como algunas fitohormonas. Las plantas deficientes en zinc presentan bajos niveles de ácido indolacético. También interviene como activador de diversos enzimas. Su deficiencia también inhibe la síntesis de proteínas.
Los primeros síntomas corresponden a una clorosis localizada entre los nervios de las hojas más viejas, que se suelen iniciar en el ápice y en los bordes. Se produce un retardo en el crecimiento que se manifiesta en forma de hojas más pequeñas y entrenudos más cortos.
El aspecto irregular de las hojas es quizás el síntoma más fácil de reconocer. En casos extremos, la floración y la fructificación son frecuentemente afectados. La planta entera adquiere un aspecto achaparrado.
Las deficiencias de zinc se presentan fundamentalmente en suelos calizos, debido a que el zinc solo es soluble a pH ácido, o con una riqueza elevada en fósforo (P2O5), debido a un antagonismo entre ambos iones. También en los casos con exceso de nitrógeno (muy frecuentes en los cultivos de cannabis), el zinc es bien absorbido por las raíces, pero queda paralizado (bloqueado) en forma de complejos zinc-proteína.
Se aplica en la preparación de suelos y en los primeros estadios de crecimiento, pero no durante la floración ni en el verano. Si su carencia es como consecuencia de un exceso de nitrógeno se aplica por vía foliar en ausencia de luz, bien sea al atardecer o al anochecer como en el caso del hierro.
Carencia de Molibdeno (Mo)
La función fundamental del molibdeno en el metabolismo vegetal está relacionada con la fijación del nitrógeno atmosférico y con la asimilación de los nitratos. Por ello los síntomas de su deficiencia son más acusados cuando el nitrógeno se suministra en forma de nitrato que en forma de ion amonio. En las plantas con deficiencia de molibdeno los niveles de azúcares y de vitamina C son bajos. Se utiliza además para frenar el crecimiento vegetativo y potenciar la floración.
Los síntomas de deficiencia comienzan con una clorosis intervenal pudiendo confundirse con una deficiencia de manganeso. Las zonas cloróticas pueden necrosar logrando que la hoja se seque por completo. La floración se ve inhibida y si llegan a formarse flores están caen antes de formarse el fruto. Este es el único elemento cuya carencia se acentúa al aumentar la acidez del suelo. Se aplica por vía foliar y radicular en la prefloración. En el primer caso ha de haber un nivel alto de humedad y procurar mojar el envés de las hojas. El fósforo favorece su asimilación.
Carencia de Boro (B)
En la actualidad aun no está establecido cual es su papel en el metabolismo celular, parece ser que participa en la síntesis del ácido ribonucleico (ARN) y facilita el transporte de azúcares a través de las membranas y la degradación de la glucosa, que regula el contenido de fenoles y que está involucrado en el metabolismo de las auxinas, sobre todo del ácido gibberélico.
En general, estimula el crecimiento de los tejidos del cambium y de los meristemos apicales y favorece la producción de polen y la fecundación.
Los excesos de calcio y potasio acentúan los síntomas de deficiencias de boro en algunos vegetales. La toxicidad debida a excesos de boro disminuye con aportaciones de Calcio pero no con Potasio.
En suelos básicos y ricos en calcio (muy comunes en la península), disminuye la disponibilidad de Boro como consecuencia de su inmovilización. Por otro lado, en los suelos ácidos, sueltos y arenosos (como le gusta al cannabis narcótico), se pierde disuelto en el agua de los riegos.
La marihuana es una gran consumidora de boro. Los estados carenciales debidos a deficiencias en la asimilación de boro se caracterizan porque sus síntomas aparecen tardíamente. El primero, difícil de evaluar, pero que se presenta constantemente, es la disminución paulatina de la producción de semillas. Los pecíolos se agrietan y las hojas son pequeñas y quebradizas. El boro se aplica junto con el molibdeno y el calcio para facilitar su movilidad y la producción de polen y la fructificación. Su necesidad es más observada por los productores de semillas que en los cultivos de sinsemilla, a los cuales también perjudica.
Su aplicación siempre se realiza en la etapa vegetativa alta, con suficiente masa foliar y antes de comenzar la floración. Para la producción de semillas se ha de realizar otro tratamiento después de la polinización.
Su aplicación es por vía foliar en la etapa vegetativa y por vía radicular después de la polinización. Las dosis elevadas suelen ser fitotóxicas. El boro y el molibdeno nunca aparecen quelatados o complejados, sino en su forma más soluble.
Carencia de Cobre (Cu)
El cobre es componente de diversos enzimas de las plantas e interviene también en la fotosíntesis formando parte de las proteínas que participan en el transporte de electrones y en su biosíntesis, tales como las oxidasas del ácido ascórbico, del fenol y del fitocromo (ésta también contiene hierro), ya que su deficiencia al igual que la de zinc paraliza la síntesis de estas. Favorece la asimilación de nitrógeno y actúa como estabilizador de la clorofila.
Aunque los síntomas de su deficiencia varían mucho de unas especies a otras. En el cannabis es raro, pero a veces suele aparecer una necrosis del ápice de las hojas jóvenes que progresa a lo largo del margen de la hoja, pudiendo quedar los bordes enrollados con el ápice blanco. Las hojas pueden presentar clorosis, muriendo a menudo los brotes jóvenes, sobretodo en suelos muy ricos en materia orgánica.
Su carencia también puede presentarse en suelos que reciben fuertes aportaciones de fosfatos pues, parece ser, se forman tres complejos de cobre insolubles.
Este tipo de carencias se soluciona aportando cobre por vía foliar, por el contrario, si las aportaciones sucesivas de cobre a través de tratamientos fiotosanitarios produjeran efectos fitotóxicos, estos podrían ser controlados con aplicaciones de fósforo.
Las deficiencias de cobre son también características de suelos calizos y de suelos arenosos muy lavados. No se conocen otros antagonismos de este elemento. Las necesidades de cobre en el cannabis suele coincidir con las primeras etapas de crecimiento.
Estrés por Calor
Mira de cerca la hoja, si ves que tienen los bordes marrones es una señal de estrés de calor.
Este daño parece mucho una quemadura de nutriente, a menos que ocurra solamente en las puntas de las plantas más cercanas a las lámparas.
Hay solamente una curación para esto…disminuir el calor de las plantas, moviendo las lámparas,moviendo las plantas o acondicionando un sistema de intraccion/extraccion eficiente.
Consejos generales para solucionar carencias
Las carencias nutritivas de las plantas no suelen venir solas. Habitualmente encontraremos dos o más deficiencias a la vez. Muchas carencias, especialmente las de microelementos, no son debidas a una falta de ese elemento, si no a un pH inadecuado o a un exceso de sales en la tierra.
Cuando sucede esto, las raíces no pueden absorber los nutrientes, aunque estén presentes en la tierra.
Para solucionar esta carencia, la técnica a seguir es la siguiente. En primer lugar lavaremos la tierra regándola con una cantidad considerable de agua, que dejaremos que escurra por los agujeros de drenaje.
El agua se llevara disueltas las sales que estuvieran presentes en la tierra, dejándola limpia de sales. Es imprescindible lavar la tierra con mucha agua, alrededor de dos litros por cada litro de tierra.
A continuación regaremos las plantas con una solución fertilizante. Es importante usar abonos NPK con microelementos durante toda la vida de la planta. El cannabis es una planta que crece con rapidez y necesita mucho alimento. Si cultivamos en macetas, será necesario abonar una vez por semana con un fertilizante líquido para que la planta no le falte de nada. Evitaremos que se acumulen los restos de fertilizantes lavando periódicamente la tierra ( al menos cada dos semanas ).
El pH es una escala que va de 0 a 14 e indica la acidez o alcalinidad de cualquier sustancia, siendo 0 la máxima acidez, 14 la máxima alcalinidad y 7 el pH neutro. El cannabis crece bien en un pH ligeramente ácido ( pH 5,8 a 6,5 en hidroponía y pH 6,3 a 6,8 en tierra ). Si el pH sube por encima de 7 o 7,2, comienzan las carencias, al igual que si el pH es demasiado bajo. Para medir el pH podemos usar papel de tornasol o medidores de pH para acuarios.
En las tiendas especializadas en cultivo de cannabis también se pueden encontrar medidores digitales, más caros pero más exactos. Si el pH del agua es muy alto o muy bajo, lo ajustaremos con un ácido o una base, respectivamente. Hay que ajustar siempre el pH del agua antes de regar. Si añadimos abono al agua, ajustaremos el pH después de añadir el fertilizante.
Para evitar carencias de nutrientes, lo mejor es la prevención: controla el pH del agua y de la tierra, alimenta tus plantas una o dos veces por semana con abono líquido y lava la tierra cada dos semanas.
1. Si el problema sólo afecta a la parte media o baja de la planta, ve al numero 2. Si solo afecta a las puntas en crecimiento o a la parte superior de la planta, ve al número 10. Si el problema se presenta en toda la planta, ve al número 6.
2. Las hojas tienen un color amarillo o verde claro uniforme; las hojas se mueren y caen; el crecimiento es lento. Los bordes de las hojas no están retorcidos. Diagnóstico: deficiencia de nitrógeno (N). Si no, ve al número 3.
3. Las puntas de las hojas pueden estar retorcidas. Las hojas amarillean y pueden ponerse marrones, pero los nervios de las hojas se mantienen verdes. Surgen zonas de necrosis ( tejidos muertos ) de color marrón óxido. Diagnóstico: deficiencia de magnesio (Mg). Si no, ve al número 4.
4. Las hojas se ponen marrones o amarillas desde los bordes hacia el centro. Aparecen zonas de necrosis ( tejidos muertos ) de color amarillo o marrón sobre todo en los bordes de las hojas, que pueden estar retorcidas. Las plantas pueden ser muy altas, pero las hojas se caen con facilidad. Diagnóstico: deficiencia de potasio (K). Si no, ve al número 5.
5. Las hojas son de color verde oscuro casi azulado o con un tono púrpura rojizo. Los tallos y los pecíolos de las hojas pueden coger un color púrpura o rojizo, aunque no sucede siempre. En las hojas aparecen zonas de necrosis de color púrpura oscuro a negro, en las más viejas y las de edad intermedia. Las hojas se retuercen y se acaban muriendo. Las hojas muertas están retorcidas y arrugadas con un característico color ocre. El crecimiento es lento y las hojas pequeñas. Diagnóstico: deficiencia de fósforo (P). Si no, ve al número 6.
6. Las puntas de las hojas están amarillas, marrones o muertas. Por otra parte, la planta se ve sana y verde. Los tallos pueden ser blandos. Diagnóstico: sobrefertilización ( especialmente nitrógeno ), exceso de riego, raíces dañadas o insuficiente aireación del terreno ( poner más arena o perlita en la mezcla ). En ocasiones es debido a una carencia de nitrógeno, fósforo o potasio. Si no, ve al número 7.
7. Las hojas se curvan hacia abajo como una garra y tienen un color verde oscuro, gris, marrón o dorado. Diagnóstico: sobrefertilización ( exceso de nitrógeno ). Si no, ve al número 8.
8. La planta está mustia o marchita, aunque la tierra está húmeda. Diagnóstico: sobrefertilización, tierra demasiado húmeda, raíces dañadas, alguna enfermedad, deficiencia de cobre ( es muy raro que ocurra ). Si no, ve al número 9.
9. Las plantas no florecen aunque tienen doce horas de oscuridad desde hace dos semanas. Diagnóstico: el periodo nocturno no es completamente oscuro. Demasiado nitrógeno. Demasiadas podas o esquejes. Si no, ve al número 10.
10. Las hojas están amarillas o blanquecinas, pero los nervios permanecen verdes. Diagnóstico: carencia de hierro (Fe), posiblemente debido a un pH demasiado alto. Si no, ve al número 11.
11. Las hojas se retuercen, luego se ponen de color marrón o mueren. Diagnóstico: en un cultivo de interior, las luces están demasiado cerca. Raramente, una deficiencia de calcio (Ca) o de boro (B). Si no, ve al número 12.