KITS para combatir la ORUGA NEGRA o ROSQUILLA NEGRA (Spodoptera littoralis) y la ORUGA VERDE (SPODOPTERA EXIGUA)
Las feromonas son sustancias químicas, liberadas en el aire por los insectos, que son específicamente captadas por los insectos de la misma especie.
Nosotros utilizamos estos compuestos (producidos generalmente por las hembras) para atraer a los insectos (machos) y evitar que las hembras copulen y hagan la puesta de huevos en las flores. Estos huevos son los que posteriormente se convierten en orguas que se alimentas del material vegetal (hojas y flores).
Cada plaga tiene su ciclo biológico y un número de generaciones al año, por tanto se hace necesario conocer con exactitud en cada zona, cuales son los momentos en que está activa la plaga en estado adulto y las distintas generaciones, que suelen ser variables en función de las temperaturas de hábitat donde se encuentran. Las trampas se colocan colgadas de un soporte en un cantidad de 1 trampa por cada 100 metros cuadrados de plantación (no colocar difusores de feromona para distintas especies en la misma trampa).
Las feromonas se deben reponer cada 30 o 40 días y se deben manipular con guantes.
Conservar en frigorífico.
Controlar y vencer las plagas sin causar ningún daño al medio ambiente, sin riesgos para las personas y sin perjuicio para los cultivos, la tierra o el entorno es posible con este polillero utilizado en combinación con las feromonas e insecticida.
Las ventajas del uso de feromonas y trampas son las siguientes:
– Las feromonas son totalmente inocuas para el hombre y animales domésticos.
– Sirven para detectar precozmente las infecciones de las plagas.
– Respetan el equilibrio biológico en los cultivos.
– No incorporan residuos tóxicos a los alimentos ni al medio ambiente.
– No generan resistencias en plagas.
– Optimizan la aplicación de fitosanitarios, reduciendo el coste.
La trampa es de plástico, y consta de un embudo amarillo con una tapa verde, y una base blanca engarzada al mismo. En el interior de la base se coloca una pastilla de DDVP para que los insectos queden atrapados. El difusor de feromona se coloca en una pequeña jaula situada en el centro de la tapa. La trampa va provista de dos enganches, para poder colgarla. Es la trampa más apropiada para la mayoría de las plagas de lepidópteros, especialmente las polillas más grandes, sobre todo cuando hay un gran número, debido a su gran capacidad.
ÉPOCA DE EMPLEO DE LAS TRAMPAS
Cada plaga tiene su ciclo biológico y un numero de generaciones al año, por tanto se hace necesario conocer con exactitud en cada zona, cuáles son los momentos en que está activa la plaga en estado adulto, y las distintas generaciones, que suelen ser variables en función de las temperaturas del hábitat donde se encuentre. Se recomienda emplear las trampas antes del inicio de la primera generación.
EMPLAZAMIENTO DE LAS TRAMPAS
La colocación de las trampas influye en la captura de los insectos. Las trampas se deben colocar a la altura de los cultivos colgadas de un soporte para tal fin, aunque cuando se trata de árboles se suele usar como soporte alguna rama del mismo. La colocación variará si los cultivos estan aislados o se encuentran rodeados de otros, de forma que en el primer caso bastaría con una distribución homogénea, y en el segundo habría que colocar más trampas en los bordes de las parcelas.
DENSIDAD DE LAS TRAMPAS
El número de trampas por cultivo varía según los objetivos del sistema de control, ya sea para la detección y seguimiento, o para capturas masivas de la plaga en cuestión. Un factor importante es el tamaño del cultivo. Para cultivos pequeños e irregulares en tamaño, se requiere mayor número de trampas que en cultivos de mayor superficie y uniformes. De forma general, se puede decir que 2 trampas por hectárea suelen ser suficientes para la detección y seguimiento de las plagas; y de 10 a 15 trampas para las capturas masivas. Aunque todo esto es muy variable, debido a diversos factores que intervienen a la hora de elegir el número de trampas a colocar: población de la plaga, cultivos limítrofes, nivel de control que se pretenda… Las trampas para diferentes especies pueden colocarse en un lugar cercano 4 ó 5 metros. Pero los difusores de feromona para distintas especies no deberan ser colocados en la misma trampa.
ACTIVACION DE LAS TRAMPAS
Se coloca el difusor de feromona en la trampa: En el centro de la lámina pegajosa, si es la trampa triangular; en la jaula sobre la tapa, si se trata de la trampa polillero; en el interior, si es la trampa mosquero; y sobre la superficie si es la trampa cromática.
INTERPRETACION DE LAS CAPTURAS
Para establecer la curva de vuelo, tenemos que hacer un recuento de insectos capturados cada semana, y anotar las capturas en una ficha para tal fin. Los primeros insectos capturados en la trampa nos permiten conocer la fecha de aparición de los adultos. La ausencia de capturas en la trampa nos indica ausencia de insectos. El seguimiento de las capturas nos indica el incremento de la población de la plaga a lo largo del tiempo.
MANTENIMIENTO DE LAS TRAMPAS
Los difusores de feromona se repondrán cada 30 ó 40 días, a excepción de aquellos de larga duración, que tienen una eficacia de 3 meses. Las pastillas de DDVP utilizadas para que los insectos mueran en el interior de las trampas (POLILLERO y MOSQUERO ), deben ser reemplazadas cada 2 meses, como máximo.
Las láminas pegajosas de la trampa TRIANGULAR se cambiarán cuando la superficie esté llena de insectos.
La manipulación de los difusores de feromona y pastillas de DDVP, se realizará utilizando guantes.
Los difusores de feromona usados, las láminas pegajosas empleadas y los restos de los insectos capturados, pueden ser enterrados en un lugar destinado a tal fin, quemados, o echados al cubo de la basura.
ALMACENAMIENTO DE LOS DIFUSORES DE FEROMONA
Los difusores de feromona deben conservarse en su envase original y en un lugar fresco. Pastilla de DDVP y envase de 5 unidades
Difusores de feromonas Difusor de feromona y envase de 2 unidades
Para la conservación de los difusores durante largos períodos de tiempo, se recomienda utilizar el frigorífico, en cuyo caso mantienen su efectividad durante 2 años; y en congelador, 4 años